En el corazón de Eslovaquia hoy visitó: VEĽKÁ FATRA situado en los Cárpatos
occidentales. Su bosque y valles desde 2002 son Parque Nacional .Un goce para
los sentidos disfrutar de su diversa flora y fauna en esta ruta senderista que lleva
desde la población de RUŽOMBEROK hasta el bucólico pueblecito
VLKOLÍNEC que por su singular arquitectura de madera
es patrimonio cultural de la UNESCO desde 1993.
occidentales. Su bosque y valles desde 2002 son Parque Nacional .Un goce para
los sentidos disfrutar de su diversa flora y fauna en esta ruta senderista que lleva
desde la población de RUŽOMBEROK hasta el bucólico pueblecito
VLKOLÍNEC que por su singular arquitectura de madera
es patrimonio cultural de la UNESCO desde 1993.
El sendero desde Ružomberok hasta Vlkolínec transcurre entre 5.5 km
de un verde intenso y junto al rumor del río Váh en algunos tramos.
El parque nacional está formado por una cordillera que alcanza la altura máxima
de 1600 m, una sierra con profundos valles y frondosos bosques jalonados
por robles, hayas, pinos y más de 1000 especies diferentes de plantas.
Algunas endémicas de estos bajos tatras.
Rompemos la tranquilidad de este rebaño.
Una curiosidad: uno de los símbolos de los Tatras,
la especie caprina rupicapra de los Cárpatos.
Cartel informativo que nos indica el ascenso al pueblo unesco,
un kilómetro nos separa desde este punto del mismo.
Bucolicas estructuras de madera que sortean el paso del río Váh.
Las ramas de los árboles nos hacen transitar en algunos tramos
como si lo hicieramos entre tuneles vegetales.
En sus veredas explosión de color: en primavera se tiñen totalmente de azul
con cientos de crocus en su maximo esplendor.
En los bordes del camino no podían faltar ejemplares de
de un verde intenso y junto al rumor del río Váh en algunos tramos.
El parque nacional está formado por una cordillera que alcanza la altura máxima
de 1600 m, una sierra con profundos valles y frondosos bosques jalonados
por robles, hayas, pinos y más de 1000 especies diferentes de plantas.
Algunas endémicas de estos bajos tatras.
Rompemos la tranquilidad de este rebaño.
Una curiosidad: uno de los símbolos de los Tatras,
la especie caprina rupicapra de los Cárpatos.
Cartel informativo que nos indica el ascenso al pueblo unesco,
un kilómetro nos separa desde este punto del mismo.
Bucolicas estructuras de madera que sortean el paso del río Váh.
Las ramas de los árboles nos hacen transitar en algunos tramos
como si lo hicieramos entre tuneles vegetales.
En sus veredas explosión de color: en primavera se tiñen totalmente de azul
con cientos de crocus en su maximo esplendor.
Estas campanillas azules: Horec Clusiov según nos indica un cartel
informativo
sobre las variedades vegetales que nos iremos encontrando.
Coloridos bodliak fucsia.
Las silvestres Ononis
natrix “Hit mouchy”.
Clemantis alpina o Aquilegia vulgaris.
Un paraiso para los amantes de la botánica.
Siguiendo la sinuosa senda se puede advertir el contraste de las altas cumbres
con los verdes prados. Los sonidos del bosque llenan de paz y relax.
Comienza aqui el penultimo tramo de ascenso.
Al fondo se puede divisar el pico Sidorovo de Veľký Fatra.
A sus pies es donde se asienta Vlkolínec.
© Mercedes Moreta
Comienza aqui el penultimo tramo de ascenso.
Al fondo se puede divisar el pico Sidorovo de Veľký Fatra.
A sus pies es donde se asienta Vlkolínec.
En lo alto del sendero es donde podemos observar parte de la
cadena montañosa
de Veľká Fatra. La cresta principal está formada por otras
redondeadas y se
distinguen las típicas zonas deforestadas a causa del pastoreo.
Quien no se iba a tomar un respiro para disfrutar de uno de los tesoros
ocultos que me deparaba Eslovaquia SU NATURALEZA esto era solo un
aperitivo de los que me quedarían por descubrir. Desde aqui ya se observaba
VLKOLÍNEC
Otros recorridos por Eslovaquia:
NITRA.© Mercedes Moreta
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